Capítulo 1: Porque no todo va siempre como a uno le gustaría
Me
siento solo, no creo que nadie confíe en mí en estos momentos, ni si quiera yo
mismo. Me quedo de pie delante de la puerta, admirando aquella casa donde crecí
y donde pase los peores momentos de mi vida...pero es hora de marcharme y no
puedo echarme atrás esta vez. Antes de salir me acerco a la cocina y comprueba
que la nota que he escrito a mis padres está bien situada. Sé que en fondo los
echare de menos...Ojalá no tuviera que acabar así, ojalá hubiera otra solución.
Abro la puerta con las manos sudadas y con lágrimas en el rostro, me dispongo a
salir cuando se acerca mi pequeño gato, llamado Rubí, y se queda mirándome un
buen rato, como si supiera que este es el fin. Finalmente cojo el primer taxi
que pasa por delante y me voy a casa de mi prima .-Allí nunca me encontrarán-. Pienso .-Allí nunca volveré a decepcionar a nadie-.
Llego
a casa de mi prima, estoy llorando mucho, ella me abraza para consolarme,
nuestra relación siempre ha sido muy buena, en ella sé que puedo confiar…Me
pregunta que me pasa, no la he dicho nada, por lo que tendré que explicarla
toda la historia y solo de pensarlo me dan ganas de desaparecer; pero, no
puedo, estoy aquí, y solo yo he tenido la culpa. No quiero decirla nada, aún es
muy reciente para estar recordándolo todo el tiempo, por lo que solo digo entre
sollozos.-No se lo digas a mis padres por
favor, me he ido de casa para no volver, es lo único que te pido-. Supongo
que me comprende, porque asiente y me mira con cara de comprensión. Me lleva
hasta mi cuarto y cierra la puerta, y, por fin, tengo tiempo para pensar.
Odio esto, lo
odio.-¡LO ODIO!-. ¿Por qué?, ¿Por qué
todo lo malo me pasa siempre a mí? Solo pedí un poco de comprensión, y no
obtuve nada, solo quería ser aceptado, pero no, “Tú no puedes, vete con las tías” ¿Acaso les hice yo algo para que
me dijesen eso? Siempre me odiaron en realidad, y cuando les di una oportunidad
para demostrarlo no la desaprovecharon. Pero…en el fondo todo es mí culpa, no
pude controlarme, pensé que a él no le importaría, solo intentaba tener
compañía, pero me equivoque le he fallado a todo el mundo, mi padre, que tanto
le costó asimilarlo, a mi madre, que siempre estuvo conmigo y a Rubí, la única
que se mantuvo fiel, siempre conmigo, a mi lado…y ahora, mírame, con una orden
de alejamiento, fugitivo del estado y de mi casa, y solo, más solo de lo que
jamás podría haber estado.
Entra mi prima
Claudia, me trae en una bandeja un caldo y unos macarrones recalentados para
cenar.-Perdón J.B. no esperaba visita y no
tengo otra cosa-.
.-No
pasa nada Claudia, te agradezco mucho lo que estás haciendo por mí, de verdad-. La contesto, ya mucho más
calmado. Me da la bandeja y se sienta en la cama, esperando a que la diga lo
que me ha ocurrido. Me lleno la boca para reunir fuerzas y trago.-Nadie me entiende Clau, pensé que al menos
había una persona, pero por lo visto me equivoque, metí la pata hasta el fondo,
y ahora no puedo volver, si vuelvo, me llevarán a un conservatorio y si no lo
hacen me vigilarán hasta el resto de mis días, no me dejarán ir a ningún
instituto y quedaré solo, en la calle, para siempre.-
.-¡No
digas eso Jaime Bernardo! ¡Eres una estupenda persona, increíble, de las que ya
no quedan! Amas a todos los seres vivos, no dices que no a nada ni nadie y
siempre estás dispuesto a ayudar, ¡No vuelvas a decir que estarás solo para
siempre, ¿Me oyes?, nunca! Y si no, sabes que me tienes para todo y que haré
todo lo que sea necesario por ti-. Me
pongo a llorar, sabía que podía contar con ella, es la mejor persona del mundo,
ojalá todos fuesen así. La voy a dar un abrazo, pero llaman a la puerta.-¡Policía!-.Dicen, me pongo nervioso.-Han venido a por mi Clau, por favor, no me
abandones, ¡Por favor!-. Ella me tapa la boca y señala la ventana, veo la
escalera de emergencia y me doy cuenta de que ella ya lo había previsto, sale
corriendo, va a por su portátil, no lo dejaría aquí ni muerta. Yo salgo de la
cama corriendo y oigo como tiran la puerta. Bajamos los dos corriendo, mi prima
me señala el garaje y comprendo rápidamente que huiremos en su coche. Abre el
maletero y saca dos matrícula, cambia las que están ahora y huimos en su coche,
ahora, somos fugitivos.
.-¡Muchas gracias Clau!, eres increíble, en
serio-.
.-Jaja,
¿Qué te esperabas de una espía? Te acabo de decir que jamás te dejaría solo y
sabes que yo siempre cumplo mis promesas-.
.-Cierto,
nunca me has fallado-. Recuerdo
como me defendió, hace muchos años, de los abusones de mis vecinos, les dio su
merecido, creo que ese fue el momento en el que empecé a verla con otros ojos,
unos ojos de admiración.-Bueno, ¿Me vas a
decir qué es eso tan malo que has hecho?-. Esta vez si se lo voy a decir,
no puedo volver a darla largas…-Clau,
pensé que en él podría confiar, me dijo que estaría siempre a mi lado y yo, le
intente besar…pero me había mentido, estaba fingiendo, lo grabo todo, y se lo
enseñó a los demás, me volví loco, no sabía qué hacer, y cogí un mechero y un
desodorante y quemé su casa…-
-.Joe,
en buena te has metido J.B., pero te comprendo, yo no sé lo que habría hecho en
tu lugar…Pero ¡Toda la culpa la tiene tu padre!, y no lo digo porque te llamó “Jaime
Bernardo”, que ya le vale…, sino porque nunca te dio su apoyo, en cuanto se lo
dijiste te empezó a tratar como si fueses tonto, pasó completamente de ti y no
te habló, eso no es normal, y menos en un padre, que debe aceptar a su hijo
como sea-.
.-Eso
no es del todo cierto, últimamente ya me estaba volviendo a tratar bien, estaba
recobrando nuestra antigua amistad, pero de nuevo, le he fallado, no merezco
estar aquí-.
.-J.B.
vamos a dejar el tema e irnos a un Motel, mañana será un día muy largo y
tendremos que pensar en qué hacer-. Digo
que sí y solo puedo pensar en lo que haré ahora, no puedo ir a casa ni dejar
que nadie sepa quién soy y ahora, he metido a mi prima en todo esto, debo
aprender muchas cosas, y una de ellas es aprender que mis actos tienen
consecuencias.
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