Capítulo 3: Vagabundo, 2ª parte.
-Ah...es
que...es que no tengo nada - le contestó muy nervioso, pues mentir se le
daba fatal y se le notaba enseguida, no le gustaba mentir a nadie pero las
ansias de salir de ese encuentro inesperado eran tan grandes, que ni siquiera
fue a pensar si el engaño se le fuera a notar, - lo siento - añadió, intentando
fingir un rostro de culpabilidad, hasta su tan sabio Don Juan estaba callado
sin ninguna idea que ofrecerle, la sola presencia de ese hombre los tenía paralizados
del pavor que les causaba.
-Me va
bien lo que sea...porfavor - ya había sido súper duro para él decirle que no una vez, como para intentarlo una segunda vez,
parecía desesperado
por su tono de voz, y en ese momento ya no quedaba nadie por las cercanías del aparcamiento
para pedir ayuda o cualquier cosa que le sirviera para escabullirse de ese hombre
- llevo dos días sin nada que llevarme a la boca - añadió el
moribundo, la presión parecía asfixiarle y ya no lo soportaba más, así que decidió por la elección más rápida.
-Esta
bien, no tengo mucho - le contestó, imaginándose la cara de cabreo del Mario interior, pero sabía que aunque
le molestaba la elección que había tomado, la otra era seguir dando negativas y estar más tiempo delante
de ese extraño, así que no hubo ningún comentario de su conciencia respecto a la decisión tomada.
Se quitó la cartera de los hombros más rápido de lo habitual, pues quería acabar con todo eso de una buena vez
y aunque no llevaba ese día los libros pues sólo había ido por las notas, siempre llevaba el monedero encima y dentro de
la mochila por costumbre, así evitaba dejarse el DNI como hizo tantas veces en el pasado. Al intentar
abrir la cremallera, al parecer se le había quedado atascada <<vaya suerte tienes siempre Mario y
vaya mierda mochila>>, le dijo ya también desesperada su maldita
consciencia que no ayudaba nada en esos momentos sus críticas, los nervios siempre le volvían así de torpe.
Al cabo
de unos bruscos intentos el cierre cedió, sacó su cartera
y como sabía que no llevaba monedas decidió darle un billete, era más de lo que
solia dar, pero por el simple echo de que se fuera, se lo extendió que al
momento el vagabundo agarró lentamente y antes de que Mario lo soltara, sus miradas se cruzarón por última vez y
lo que vió acabo de helarle la sangre al chico, pues aquella situación no podía ser más
espeluznante.
-Señor -
le dijo, con tono tembloroso lo que llamo la atención del vagabundo - le esta sangrando
la nariz - aquél comentario pareció preocupar al vagabundo que inmediatamente se llevó los dedos a
la nariz, comprobando al cabo de un momento que era verdad al observar las yemas
de sus dedos ese líquido rubí.
-Oh, vaya,
debo irme muchacho y gracias por el dinero, seguro te será devuelto
este acto de honradez con los demás.
-No ha
sido nada, cuidese señor - antes de que el vagabundo hiciera cualquier otro
movimiento, él aprovecho para tomar la delantera y empezó a seguir su camino hacia a casa,
mientras pasaba olímpicamente de lo que le decía su tan valeroso Mario interior ahora que todo había acabado <<"cuidese señor", ¡¿estarás de broma?!,
espero le de algo y no nos lo volvamos a cruzar, ¡¿has visto qué aspecto
llevaba?!>>.
Aunque
ya hacía unos minutos
que caminaba y no había rastro de ese hombre, había una sensación que parecía estar acompañándolo desde ese encuentro, y no era una sensación agradable,
era una incomodidad extraña, aunque parecía absurdo y esa opinión era
secundada por la voz de su razón, sentía como si le hubiera dado algo más que un billete a ese hombre, se
sentía como si le
hubiera dado algo o se hubiera creado algún tipo de lazo con ese vagabundo, <<si, será el lazo del miedo, ¡no pienses más bobadas!>>, no paraba de regañarle
su cerebro por no dejarle borrar ese recuerdo de ese rostro.
-¡Meforà Só! - pronunció con lenguaje extraño y antiguo, una voz femenina y estridente en un
callejón dónde sólo se
encontraba un gato y un montón de basura por en medio, de la nada unas llamas negras que parecían haber
sacado raíz desde el suelo, apareció el vagabundo de ellas cayendo al suelo con fuertes espasmos y temblores.
Cuando parecía que el corazón o algo iba
a salir de su estómago abriéndose paso de su interior, una enorme nube oscura salió de su boca,
que en unos instantes tomo forma en una bella mujer.
- Parece
que estás llegando a tu límite, maldita escoria - le dijo, al agotado y asustado señor que la
contemplaba con auténtico pánico, observándola directamente a aquellos ojos que lo miraban de reojo, entre
aquella larga cabellera tan oscura como la noche.
- Déjeme ir, por
favor...se lo suplico - aquél señor no sabía por que las había tomado con él, no la conocía de nada y no era más que un pobre sin techo.
- Todos
sois unos malditos quejicas, lloriqueáis cuando el daño esta echo - le respondió, con un tono de voz que se podía apreciar el
asqueo que le tenía a ese hombre con sólo mirarlo.
- No la conozco
de nada, yo no le he echo nada, ¿ por qué...
- Y eso
que más da... - le interrumpió, mirándolo con
frialdad - todos sois iguales, o es qué nunca te has aprovechado de una mujer antes
de caer en desgracia?...que me dices de lo que le hicistes hace 5 años a una empleada
de la empresa que llevabas antes de caer en quiebra, a una mujer llamada Sophia
Berleski - le preguntó, viendo la cara de sorpresa en aquél rostro tan magullado - ves, eres
igual que el resto.
- ¿Cómo puedes
saber...quién eres? - preguntó, mientras empezaba a retroceder de ella, arrastrándose por el
suelo como una alimaña, satisfaciendo a los ojos de aquella extraña tan
lamentable escena.
- Me
encanta ver todo aquél hombre que se arrastra como un perro delante de una mujer, te
mereces que te suceda cualquier cosa que te ocurra - contemplando con una gran sonrisa,
como el gusano,
intentaba ponerse de pie con la ayuda de la pared y sin mirar
atrás intentaba
huir de ese presentimiento de muerte - por suerte para ti, todo acabará pronto...Richard
Beest - deleitándose con los griteríos de su presa, pidiendo auxilio.
Te he nominado a un premio en mi blog: http://cristinargou.blogspot.com.es/2014/04/liebster-award-2-discover-new-blogs.html
ResponderEliminarA un premio, vaya eso si que no me lo esperaba ^^
ResponderEliminarSoy el escritor de la historia, espero haya sido de tu gusto n.n
Espero poder seguir entreteniéndote con la historia.